JIM ROHN: LAS ESTACIONES DE
LA VIDA
Acabo de leer un libro el
cual recomiendo totalmente. Fue el primer libro que escribió Jim Rohn hace
algunos años y como lo menciona el título de esta entrada se llama “Las
estaciones de la vida”.
Puedes encontrar este libro
en línea o en alguna librería de tu ciudad. Sin duda, es una gran inversión
para nuestra mente y esta inversión producirá resultados sobresalientes el día
de mañana.
A continuación te escribo
algunas ideas que vinieron a mi mente de acuerdo con lo mencionado por Jim Rohn
acerca de las temporadas o estaciones de la vida. Espero ser claro y conciso y
que disfrutes de este escrito y seas motivado a buscar el libro tan pronto como
puedas.
LA PRIMAVERA
La primavera es una época
maravillosa. Un tiempo agradable lleno de vida y fortaleza. Es una época donde
tenemos la oportunidad de sembrar y trabajar mientras dure el día. La primavera
comienza cada día al despertar ya que al empezar cada amanecer decidimos el
tipo de pensamientos que mantendremos en nuestra mente. No debemos pensar mucho
en las desilusiones del pasado ni en la incertidumbre del futuro. Debemos
invertir el tiempo de la primavera en sembrar buenas semillas. Buenos
pensamientos que abunden en todo paso que demos adelante. Debemos sembrar sentimientos
correctos y acciones positivas. Al hacerlo, disfrutamos del proceso porque
comprendemos que no debemos dejar pasar de largo esta oportunidad ni estación.
Sabemos que las semillas que sembremos son la mayor garantía de lo que
obtendremos en el otoño. Es por eso que no sembramos ocio, envidia ni odio,
sino que sembramos acciones buenas, amor y generosidad, porque la misma ley que
existió hace seis mil años, existe hoy en día: “Aquello que sembrares, eso
mismo cosechareis”
EL VERANO:
El verano es un tiempo de
madurez y esfuerzo. Es el tiempo de cuidar la tierra donde hemos sembrado.
Debemos invertir grandes horas de nuestro tiempo para proteger nuestro terreno
mental de las plagas, insectos y basura que pretende contaminar nuestro jardín
de la vida. Es por eso que no debemos pensar en descansar demasiado después de
sembrar la semilla. Debemos regarla, nutrirla y protegerla con gran ahínco.
Igualmente, disfrutamos el proceso porque comprendemos la ley natural de las
estaciones de la vida. No desaprovechamos el tiempo ni una sola hora. Tenemos
gran fe y una visión inquebrantable que nos hace amar y aprovechar el presente
para poder disfrutar de un mejor futuro.
EL OTOÑO:
El otoño es un tiempo
maravilloso. En este tiempo o época tienes la oportunidad de recoger aquellos
frutos de lo que has sembrado y cuidado durante la primavera y verano. Pero
recordemos que depende de nuestra labor en las estaciones anteriores, o
estaremos llenos de abundancia o nos embarcaremos en la miseria y necesidad.
Todo depende de nuestro trabajo. En esta estación aprendes de las estaciones
pasadas y de los resultados obtenidos y así mismo te apalancas con dicho
conocimiento sobre qué hacer mejor en el tiempo futuro.
EL INVIERNO:
El invierno es muy
imponente. Su dominio y fuerza nos recuerda su poder debido a que en ocasiones
suele manifestarse durante otras estaciones de la vida. Es preponderante
reconocer que la única manera de enfrentar el crudo invierno es mediante la
preparación adecuada ya que este despoja de toda protección al imprudente y es
fuente de sabiduría y aprendizaje para el inteligente.
Esta época es de sumo
aprendizaje. No solamente se hace referencia al invierno literal sino al
invierno de la aflicción y la
adversidad, ambas, maestras de la vida. Es por eso que buscamos el aprendizaje
y la experiencia que nos lleve más rápido a un lugar y más fuertes que nunca.
Aprendamos que invertir en
nuestra mente es una de las maneras más eficaces de estar listos y preparados
para enfrentar los inviernos de la vida y disfrutar plenamente de las otras
estaciones y épocas de la vida. Hay mucha sabiduría en las palabras de Jim Rohn
y vale la pena estudiarlas y aplicarlas. La vida es como las estaciones de la
vida.